Perros tiernos con varios nombres: ¿responden a todos?
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julio 2, 2021En toda historia entre un perro y su dueño hay muchas tonalidades, no todo es color de rosa. Además, por más apacible que sea tu mascota, en algún momento se pueden presentar rasgos de agresividad. Lo cual, aunque no lo creas, es normal. Sin embargo, hay razas de perros, o animales que en su individualidad son considerados como perros agresivos ¿Es el caso de tu mascota?, pues no te preocupes. Como La Dog Mami, te ayudaré a entender por qué un perro puede ser agresivo y lo que puedes hacer para ayudarlo a modificar su conducta y mejorar la relación con su entorno.
La verdad sobre los perros agresivos
Todos los perros reaccionan con agresividad en determinadas circunstancias. Como lo confirma Arnold (2017), es un mecanismo natural de defensa. Además, hay circunstancias particulares que pueden ser detonantes para este tipo de conducta. Por ejemplo, la defensa de:
- Su territorio.
- Sus crías.
- Su comida.
- Las personas a quienes les brinda su protección.
- Su propio bienestar.
Las anteriores son suficientes para ponerse agresivos. También, la reacción a determinadas personas o animales, puede propiciar este tipo de conducta. Otra cosa, que puede incrementar este tipo de comportamiento es, cuando se ven obligados a estar amarrados o con correas cuando no están acostumbrados.
Además, muchas personas clasifican a los perros grandes como perros agresivos. Sin embargo, esto no significa que tengan que considerarse automáticamente en el grupo de los perros peligrosos.
Características de los perros agresivos
Lo cierto es que hay ciertas características que identifican a los perros agresivos. Existen unos datos muy interesantes que resume Gibert (2011) al respecto, los cuales son:
- Entre el 50 – 75 % de los casos, los perros agresivos atacan sin ser provocados.
- El 90% de los ataques son cometidos por perros que tienen dueño.
- Los perros agresivos atacan a sus propios dueños (15 %).
- El 75 % de los ataques son producidos por perros conocidos.
- Son más los casos de ataques producidos por machos (90 %), que por hembras.
- La mayoría de los perros agresivos están sanos (85 %) y no tienen causas orgánicas para su comportamiento (solo el 15 %).
- La agresividad es predominante en ciertas razas de perros.
- Factores como la dieta, ubicación, trato o maltrato entre otros, influirán en la conducta agresiva del animal (Beaver, 1999).
Razas de perros más agresivos
A pesar de lo anterior, es muy interesante lo que aporta Paz (2017). La realidad es que, ciertas razas de perros tienen mayor índice de peligrosidad. Por lo tanto, estos perros son más agresivos. Pero a pesar de ello, no todos los individuos de esas razas son peligrosos. Tampoco los que pertenecen a otras razas de perros con índices más bajos, son todos inofensivos.
A continuación, te cuento algunas razas de perros con más alto índice de agresividad:
- Rottweiler
- Chihuahua
- Jack Russell
- Perros PitBull
- Chow-Chow
- Dóberman
- Pastor Alemán
- Husky Siberiano
Entre otros.

¿Qué se puede hacer?
Nuevamente citaré a Gibert (2017), en su estudio sobre la agresividad canina. Cuando el problema de la agresividad en el perro es orgánica (dolor, problemas del SNA o cambios fisiológicos), se debe dar tratamiento al problema orgánico. Es decir, ir a la raíz del problema.
Además, se debe influir un cambio en el comportamiento a través de un tratamiento conductual que incluya a su propietario. Ambas acciones deben ir de la mano, para generar cambios significativos en el comportamiento agresivo.
Por ejemplo, en cuanto al tratamiento conductual, se deben evitar varias cosas:
- El refuerzo negativo a través del castigo físico o verbal, ante comportamientos agresivos, y mucho menos delante de otro animal.
- El refuerzo positivo de la conducta agresiva en determinadas circunstancias, a través de caricias o premios.
Según Nielsen (1997), cuando la causa de la agresión a otros perros no es por miedo, territorio o protección se puede utilizar la castración. Pues los estudios revelan que, en estos casos, la conducta agresiva disminuye en un 50 – 60%, tomando en cuenta las recomendaciones anteriores.
Por otro lado, cuando la causa de la agresividad es el miedo, territorio o dominación, la acción a seguir es la reducción del estímulo que la provoca. Esto es un proceso gradual que requiere adiestramiento, intentando que el perro adopte una conducta no agresiva. Mientras dura el proceso no se debe exponer el perro a las situaciones que desencadenan la agresividad.
Hay que detener de forma inmediata, cualquier posible reacción agresiva con una orden de bloqueo inmediata que detenga la conducta, y reforzar positivamente la conducta no agresiva.
Las hormonas en los perros agresivos
Los estudios afirman que existe una relación directa de ciertas hormonas en el comportamiento agresivo de los perros. Por esa razón, es que se acude a la castración, para controlar el efecto de la testosterona, en algunos casos.
Un estudio de científicos de la Universidad de Arizona, en compañía a otras universidades, realizaron un estudio con animales, con el fin de analizar la función y concentración de las hormonas, que no fueran necesariamente la testosterona, para poder descubrir más sobre esta conducta canina.
Uno de los niveles hormonales que se tuvo en cuenta en este estudio, fue el de la oxitocina, la hormona encargada del comportamiento afiliativo y afectivo. Durante este estudio, se seleccionaron perros con un historial previo de agresiones a personas y otros canes, y otros que nunca habían agredido a nadie.
Los resultados en los niveles de oxitocina no mostraron diferencias significativas entre unos perros y otros antes y después de las diferentes pruebas realizadas.
Entonces, es recomendable la estimulación física del animal. El ejercicio y el juego son buenas formas de lograr esto. De esta manera se elevarán los niveles de la serotonina en la sangre. Como consecuencia, el perro se sentirá más relajado y podrá descansar mejor. De esta forma disminuyen los niveles de estrés que pueden desencadenar en las conductas agresivas.
Sin embargo, según MacLean (2017), otros estudios han mantenido la influencia de la oxitocina y la vasopresina en el comportamiento agresivo. Mientras más elevado sea el nivel de la vasopresina será mayor el temperamento agresivo del perro. Por el contrario, el aumento de la oxitocina se relaciona con el temperamento apacible.
A este respecto se recomienda la interacción amistosa entre perros y humanos para aumentar los niveles de oxitocina y disminuir la vasopresina.
Una luz al final del túnel
En definitiva, los perros agresivos son consecuencia, por una parte, de la naturaleza canina. Pero por otro lado influye significativamente la educación y la experiencia con el entorno. Como consecuencia, la agresión es una de las principales causas por las que muchos perros alrededor del mundo son sacrificados o abandonados. No te des por vencida, todavía hay mucho que puedes hacer.
Toma en cuenta algunas sugerencias y ayuda a tu perro:
- Consulta con tu veterinario de confianza para descartar si hay motivos médicos que expliquen el comportamiento agresivo.
- Busca ayuda de profesionales, tu sola no puedes resolver los problemas de agresividad. Te sugiero un especialista en comportamiento animal.
- Toma el mayor número de precauciones posibles, es importante cuidar la seguridad y bienestar de todos. Usa bozal tipo canasta para tu peludo, en caso de estar en un contexto social, ten en cuenta que ellos son muy inteligentes y fuertes y se pueden quitar el bozal.